lunes, 14 de julio de 2014

Federalismo Fiscal

Los principales puntos que caracterizan el federalismo fiscal son:

  1. Autonomía financiera
  2. Equilibrio vertical
  3. Equilibrio horizontal
  4. Estabilidad
  5. Coordinación
  6. Transparencia
  7. Lealtad institucional.
como se puede ver, España no está lejos de ese federalismo, aunque presenta algunos puntos difíciles asimilar, éstos son:

  1. La autonomía financiera, debería significar administrar los impuestos suficientes para el cumplimiento de las funciones encomendadas a las CCAA. Lo que pasa por dejar de compartir impuestos para repartirse la administración de tributos completos.
  2. Equilibrio vertical. Aquí queda un largo camino por recorrer ya que los gastos públicos están descentralizados en el 37% del total, y los ingresos sólo en el 19%. La solución vuelve a ser el reparto de tributos completos.
  3. Equilibrio Horizontal. Tampoco existe debido al trato especial de las comunidades forales y a la tendencia a la bilateralidad en las negociaciones que se realizan con cada una de las reformas del sistema de financiación. Nuevamente un reparto de tributos puede ayudar a acercar posturas.
  4. Estabilidad. Estamos lejos, pues el modelo se revisa con una cadencia aproximada de cinco años. Desde luego, se partida de una determinada situación, con fuertes diferencias entre territorios que hacía muy difícil diseñar un sistema permanente. Con el transcurso de los años y la experiencia adquirida, si se puede pensar en ello, aunque sea a través de un proceso gradual.
  5. Coordinación. Se puede decir que hay más que la que se suele decir. Las CCAA se han resistido con uñas y dientes a la creación de tributos propios, de forma que los que existen tienen poca relevancia. Mejorar en este aspecto es fácil. Y resultaría mucho más fácil si se incrementase la competencia fiscal entre comunidades.
  6. Transparencia. Poco que añadir, pues se refiere sobre todo a la utilización de los recursos, ya la claridad del modelo de financiación. En lo primero, gracias a la Ley de Estabilidad Presupuestaria, se han dado pasos importantes, mientras que, como se ha repetido hasta la saciedad, la transparencia es el punto más débil del actual sistema de financiación.
  7. Lealtad institucional. Un punto importante que no puede existir sin haber ordenado adecuadamente los anteriores.
En definitiva, no contamos con un sistema federalista en lo fiscal, aunque alcanzarlo no parece excesivamente complicado, salvo en el caso de las comunidades forales. Pues una asignación de tributos aproximadamente suficientes a cada una de las administraciones parece algo factible dada la experiencia municipal existente. Y, en todo caso, no hacerlo agravará mucho de los problemas que ahora se observan en la España de las Autonomías.

Se trata de implantar un modelo competitivo que introduzca una efectiva corresponsabilidad fiscal y que mantenga límites muy rigurosos al endeudamiento de los gobiernos autonómicos.

Por último, hay que añadir que quizás federalismo fiscal no signifique federalismo político, sino autonomismo lógico, ya que no parece necesario reformar la Constitución.

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