martes, 23 de junio de 2015

Juan José Fuster Miró y Pilar Abbad Berger fundadores y promotores de la Cruz Roja en Mallorca











































Fueron mis abuelos maternos, él se dedicó a la oftalmológica y ella a la enfermería. Contrajeron matrimonio en la iglesia de San Fermín de los Navarros de Madrid, y bendijo la Unión el R. P. Pedro Horcajo, y realizaron su viaje nupcial por el norte de Cataluña, tal como recoge la página 30 el ABC del 26 de Diciembre de 1933, en su edición de la mañana.

Tuvieron cuatro hijos, Juan José (también muy conocido como Petete) que también fue un oculista de prestigio, María Ignacia (mi madre), Ana y José Enrique al que todos conocen con el apodo cariñoso de Chibuto.

Mi abueto fue, toda su vida, un hombre de fuerte carácter con mucha iniciativa que supo aprovechar el fuerte crecimiento de la década de los sesenta del pasado siglo. Compró Cas Jai en el actual Campus de la UIB, en donde pasé mis primeros años. Y más tarde lo vendió para construir el Hotel Yoga al inicio de la Calle de la Garita de Palma, en donde con el tiempo acabarían viviendo todos sus hijos una vez transformado en pisos.

También fue propietario del edificio que se hubicaba en el actual Corte Inglés de de las Avenidas de Palma, en donde tuvo su despacho. Y así mismo, compró un solar en Porto Petro adelantándose varias décadas al descubrimiento masivo de tan bello enclave malloquín.

Falleció en 1982 a los ochenta años de edad, sin haber dejado de trabajar en toda su vida.

Mi abuela provenía de lo que se conocía como una buena familia de Madrid de funcionarios e ingenieros ferroviarios, aunque con orígenes en Barbastro (Aragón), tenía una refinada educación que incluía hablar correctamente el Francés dedicándose durante algún tiempo a la enfermería en la Cruz Roja.

Su cosmopolitismo chocó con la cerrada sociedad mallorquina cuando se trasladó a vivir a la Isla después de su matrimonio. Algo que cambiaría con la apertura que supuso, en todos los sentidos, la llegada del turismo.

Siempre fue una mujer alegre y de fuertes convicciones; que sólo sobrevivió dos años a su marido.

De ambos tengo magníficos recuerdos, en especial de la fuerza de sus carácteres y del gran valor que dieron a la familia en sus escalas de valores.

 



sábado, 20 de junio de 2015

Doris Day - Fly Me To The Moon

Fabianismo: la utilización de la educación y a la propaganda en aras a un nuevo tipo de socialismo

Siempre se ha dicho que la izquierda maneja mucho mejor los resortes de la comunicación que la derecha. En este sentido vale la pena recordar al movimiento fabiano de finales del s.XIX y primeras décadas del s.XX.

El principal rasgo distintivo del movimiento socialista fabiano británico era su gradualismo, la creencia de que el capitalismo podía transformarse poco a poco desde dentro, a través del control de la educación y la propaganda (en forma de conferencias, artículos, opúsculos, etc.).

Tanto la educación como la propaganda era considerados como los instrumentos básicos para influir en la opinión pública de cara a favorecer a medio plazo aquellas reformas sociales que conduzcan a una sociedad más justa. 

Desde esta fe en un reformismo pragmático, los fabianos rechazaban los cambios instituciones dráticos y violentos. No compartían la creencia marxista en la teoría del valor trabajo como explicación de la explotación capitalista, ni tampoco la idea de que el capitalismo tenía que colapsar necesariamente, pues consideraban que éste sistema había conducido a un cambio tecnológico continuo y a un importante crecimiento económico a largo plazo. Además, defendían firmemente el cooperativismo y la democracia a la que siempre consideraron compatible con el socialismo.

Hablaban de la socialización de las rentas económicas en sentido ricardiano por medio de la tributación y la nacionalización (o municipalización) de empresas consideradas estratégicas.

De hecho consideraban que el capitalismo tradicional había despertado energías dormidas y las había canalizado con provecho a la producción de riqueza, pero a costa de generar degradación y sufrimiento humano. Sin embargo, cabía introducir mejoras avanzando, entre otros aspectos, en la dirección del cooperativismo, la democracia industrial vinculada al sindicalismo, la imposición progresiva, la regulación colectiva de la industria privada, la administración pública de un creciente número de servicios por parte de los municipios y de Estado, la racionalización económica propia de las grandes empresas (en las que desaparecía el elemento personal en favor de anónimos equipos de gestión industrial) o el aumento de medidas públicas dirigidas a enfermos, ancianos, parados y jóvenes.

En los fabianos hay un resabio utilitarista, pues en cierto modo eran herederos del radicalismo británico al reivindicar el papel del Estado como promotor de la felicidad pública, sin duda, muy influenciados por la escuela histórica británica.

Para realizar estas reformas una de las principales armas a utilizar era la actividad propagandística como intento de permeación social para influir  inadvertidademente en políticos, representantes y opinión pública a medio plazo para que adoptaran las prácticas de tipo socialista antes descritas.

En este sentido en 1895 crearon y tutelaron la London School of Economics and Political Science que desempeño un papel importante en la promoción de argumentos socialistas al tiempo que profesionalizaban la profesión de economista consolidando la materia como disciplina autónoma. 
Sin duda la creación de esta escuela fue uno de los principales elementos que les permitieron generar los argumentos necesarios para promover y guiar intelectualmente la creación del Partido Laborista Británico en 1906, al margen de los postulados marxistas y revolucionarios de la época.

Por lo demás, nunca intentaron modelar su propia teoría económica. Optaron, más bien, por adaptar algunos instrumentos de la economía ortodoxa, despreciando las formulaciones más abstractas como una "completa pérdida de tiempo". Se centraron en el estudio de la teoría de la renta de la tierra de Ricardo, por influencia directa de Henry George y sus propuestas de un impuesto único sobre este ingreso "no ganado", y, por tanto, que consideraban inmoral.

Los fabianos intentaron generalizar, sin éxito, la teoría ricardiana de renta diferencial a otros ámbitos como el capital y la cualificación del trabajo. Pues el objetivo último que perseguían era la socialización de todas las rentas económicas por medio de la tributación o la nacionalización, de forma que pudiesen ser usadas para fines públicos (seguros sociales, provisión de capital para inversión pública, etc.).

Por supuesto, los fabianos, como socialistas, no creían en el mecanismo espontáneo de la mano invisible, al que contemplaban como una fuente de anarquía, descoordinación y mala gestión de los medios de producción.

Su labor, acabó cuando sus principales dirigentes visitaron la Unión Soviética y quedaron prendados por el comunismo stalinista. Sin embargo, se puede afirmar que fueron los fabianos son los constructores de las bases del socialismo democrático que gobernaría buena parte de los países europeos durante la segunda mitad del siglo XX.

Quizás esta pueda ser una de las explicaciones del porqué la izquierda maneja mejor los resortes de la comunicación.


viernes, 19 de junio de 2015

El esfuerzo Griego


  • Desde su nivel máximo el PIB real se ha contraído en un 27%, mientras que el Gasto real lo ha hecho en un tercio.
  • Entre 2009 y 2014 el Balance Fiscal ajustado al ciclo mejoró en un 20% del PIB.
  • El Balance por Cuenta Corriente aumentó en un 16% del PIB entre 2008 y 2014.
  • El índice de desempleo fue del 28% en 2013; mientras que el empleo público se redujo en un 30% entre 2009 y 2014.
Además, Grecia ha realizado grandes reformas en materia de regulación empresarial y también en Pensiones.

Sería una auténtica tragedia que se produjera una ruptura con la UE, después de tanto esfuerzo, y tanto sacrificio. Aunque es evidente que todavía queda mucho por hacer tal como recoge el artículo que publicaba elpais.com con el el título "El lío de las jubilaciones en Grecia"

domingo, 14 de junio de 2015

Las consecuencias de la anulación de las reformas liberales de Turgot

En 1774 murió Luís XV y le sucedió en el trono su nieto, el bien intencionado y desventurado Luís XVI, quien llamó a formar parte de su primer gobierno a Anne-Robert-Jacques Turgot (1727-81), con un cargo equivalente a un ministro de economía y hacienda moderno.

Turgot era un distinguido "economista" fisiócrata y, además, había dado pruebas de talento al desempeñar con gran acierto durante varios años las funciones de Intendente de la Generalidad de Limoges y llevar a cabo en ellas reformas de carácter liberalizador.

Cuando fue nombrado ministro intentó llevar a cabo una política similar caracterizada por la liberalización gradual.

Reformó tres grandes campos: el mercado de los cereales, las corvées y los gremios

Para los cereales y las harinas decretó la libertad de circulación en todo el territorio nacional, la libertad de contratación y de precio; la intervención del Gobierno desapareció en su práctica totalidad.

Las Corvées o la obligación de realizar trabajos gratuitos por parte de los vasallos para sus señores feudales fue suprimida por el nuevo ministro. Y como algunos servicios públicos eran atendidos también mediante esta fórmula tuvo que crear impuestos nuevos para pagar los correspondientes salarios.

Los gremios o jurandes a los cuales debían pertenecer obligatoriamente los que ejercían la mayor parte de las profesiones fueron, también, suprimidos. Así, casi todas las actividades profesionales se declararon libres.

Por supuesto, todas estas reformas suscitaron la oposición de varios grupos de interés. La libertad de comercio de los cereales irritó a los comerciantes que anteriormente disfrutaban de privilegios estatales o se aprovechaban de las trabas legales existentes. También protestaron los funcionarios públicos que intervenían en este mercado.

Los señores feudales pusieron el grito en el cielo contra la supresión de las corvées. Mientras que los antiguos magnates de los gremios, y muchos agremiados, hicieron los propio anunciando la ruina de diferentes industrias.

De esta forma se formó una fuerte corriente de opinión en contra de las reformas, que, logró, incluso, el apoyo de la mismísima Reina María Antonieta, de forma que en Mayo de 1776 Turgot fue separado del Gobierno; y sus medidas fueron revocadas poco después. El enseyo liberalizador había durado menos de dos años.

Como era de prever, no pasó demasiado tiempo a que la economía se estancase y entrara un una recesión que contribuyó al estallido de la Revolución Francesa. Quizás si el Rey hubiese seguido los consejos de Turgot hoy Francia continuaría siendo una monarquía.

Una medida liberalizadora suele ser beneficiosa para el conjunto de la economía y de la sociedad, pero casi siempre afecta desfavorablemente a algún sector o grupo de personas que, suelen convertirse en grupo de presión.

La reacción en contra del grupo de presión es lógica, sobre todo, si se liberaliza en un sector y no en los demás. De forma que el impulsor de tal política, de ninguna manera puede ser un Ministro o Conseller, sino que tiene que serlo el propio Monarca o Presidente, pues lo adecuado es llevar a cabo paquetes liberalizadores potentes y simultáneos en el tiempo.

TURGOT Y LA PERFECTIVILIDAD DEL HOMBRE

El 11 de diciembre de 1750, ante los caballeros de la Sorbona, en hábito de abate tonsurado, Anne Robert Jacques Turgot, Barón de l'Aulne, presentó una disertación sobre "El progreso del espíritu humano". 

 Las masas de la humanidad -dijo el joven Barón- marchan siempre, aunque con pasos lentos, hacia una perfección siempre mayor.

Y es que una nueva palabra "felicidad", hizo su aparición en Europa, escribió el revolucionario francés Saint-Just. La vida ya no se concebía como un valle de lágrimas donde los únicos propósitos del hombre eran los sacramentos y el servicio. El hombre había nacido para la felicidad, y no para la expiación del pecado.

Rousseau, Montesquieu y Voltaire por una vez estaban deacuerdo. "La felicidad es la meta suprema de todos los seres sensatos".

Este era el ambiente que llevaba a postular reformas que permitiesen avanzar a la sociedad en un proceso de mejora permanente.  

miércoles, 10 de junio de 2015

HIPOTESIS SOBRE LA DERROTA ELECTORAL DEL PP

El análisis del vuelco electoral producido en España el pasado 24 de Mayo de 2015 podría tener la siguiente lectura a la vista que ha supuesto una crisis para los grandes partidos tradicionales que también ha ocurrido, en mayor o menor medida, en otros países europeos. Por lo que más allá de las particularidades propias de cada comunidad o municipio y de sus diferentes líderes existen, al menos, tres grandes elementos comunes al conjunto de autonomías y municipios que es interesante resaltar. El análisis es especialmente relevante para evitar que al PP le pueda ocurrir lo mismo que al PSOE que no conseguido detener la hemorragia de votos;

El primero de esos elemento lo constituye la percepción de la convergencia programática entre los grandes partidos (PP y PSOE) del sistema. Muchos ciudadanos tienen la sensación de que la acción política de ambos partidos, en buena medida, es intercambiable y que, incluso, existe cierta colusión entre sus políticas. De esta forma el cambio del partido gobernante no es percibido como el cambio que permite y cumple con la necesaria rendición de cuentas política.

Debemos recordar que, en el transcurso de la crisis, el Gobierno del Presidente Zapatero realizó a partir de Mayo del 2010 un plan de ajuste que iba en la dirección contraria a todo el discurso que había construido. Mientras que el PP, desde sus distintos gobiernos, ha ido lanzando el mensaje de que las medidas liberalizadoras se han adoptado como un procedimiento temporal para mejorar la situación económica de forma coyuntural, para retornar cuanto antes, sin alteraciones sustanciales al statu quo previo a la crisis. Así mismo, no podemos olvidar que la mayor subida impositiva de la democracia la ha llevado acabo nuestro partido justo después de una campaña en la cual la reducción tributaria constituyó el elemento principal de diferenciación respecto del partido gobernante en ese momento.

Son muchos los votantes de nuestro partido que se sienten defraudados al comprobar como muchas de las reformas prometidas en diversas áreas (educación, administración pública, regulaciones, etc.) se han quedado prácticamente en nada o en muy poco. El hecho de que muchas de las principales reformas se hiciesen en la primera parte de la legislatura, y que, después fueran revertidas o paralizadas acrecienta esa sensación.

Al mismo tiempo también se ha tenido la sensación que el sistema de protección social público, diseñado durante los años de bonanza, no ha cumplido con sus promesas cuando ha sido la hora de la verdad. Pues el Estado, a través de sus líderes políticos, prometió una seguridad que en muchos casos no se ha dado.

Es cierto, y es un deber reconocerlo que durante esta última legislatura se han hecho cambios, pero se deberían haber hecho muchos más. Todavía está pendiente la transición de una administración que autoriza y gestiona a otra que supervisa y facilita. Ha quedado pendiente, sine die, la modernización del sector público, la disminución del tamaño del Estado, la modificación del sistema electoral, la reducción del neopaternalismo gubernamental, la financiación autonómica y a propia configuración del Estado, etc.

Es más, en muchas ocasiones, el Partido Popular, al igual que en su momento hizo el PSOE gobernante, no han dado a conocer los criterios por los cuales toman las grandes decisiones, convirtiendo en incomprensibles algunas de las políticas desplegadas. De manera que ha calado la sensación de que en España no es posible reformar sin antes cambiar (reformar) a los propios partidos políticos o sustituirlos por otros nuevos.

De hecho, son muchos los que piensan que, al fin y al cabo, el principal agente reformista no ha sido otro que la "prima de riesgo" y el cierre de los mercados financieros.

El segundo gran elemento es la escasa incorporación de los ciudadanos al sistema político motivada porque las estructuras organizativas de los grandes partidos políticos fruto en parte del sistema electoral les impiden participar. La concentración de poder en las cúpulas viene de atrás, pero en los últimos años, a medida, que se producía un relevo generacional se ha realizado un ejercicio de ese poder, que ha alcanzado su máxima expresión en la elaboración de las listas electorales por parte de cúpulas cada vez más reducidas. Así, una mayoría de la población no alcanza a comprender como acaban elaborándose las listas, lo que. Se traduce en un desconocimiento total de sus representantes. Resulta casi imposible la incorporación, a las mismas, de personas que puedan discrepar de la línea marcada por los líderes del momento.

De esta forma, la crisis ha supuesto la quiebra de toda una generación que no se siente representada, en buena parte debido a la rigidez de las estructuras de los partidos, tal como ya se ha señalado, que tiene su origen en un sistema electoral proporcional que a su vez es la institución que facilita la introducción de partidos nuevos con menor apoyo electoral inicial, sobre todo en las elecciones europeas que son de circunscripción única.

Todo eso ha llevado a una creciente sensación de que la clase politica tradicional persigue sus propios intereses y, no los generales de la ciudadanía. Y que como derivada la corrupción es un rasgo estructural del sistema, al generar una especie de "nomenclatura" partidista que obtiene beneficios explotando y pervirtiendo las instituciones del Estado. Sin duda, además , la dureza de la crisis ha hecho menos tolerable esas exigencias. 

Simultáneamente, la mayoría de los dirigentes de los grandes partidos se han mostrado distanciados de los ciudadanos, utilizando un lenguaje políticamente correcto, muy medido, y de difícil comprensión. Han tenido escasa presencia en actos informales o en tertulias de TV. Lo que les ha granjeado la imagen de cierta arrogancia y escasa popularidad.

Ni tan siquiera con la política de imagen y fotografías se ha conseguido explicar los objetivos políticos perseguidos.

Por último, en ocasiones, los grandes partidos también han mostrado divisiones internas no del todo explicadas, lo que ha agravado la sensación de la importancia y relevancia de los intereses personales de unos dirigentes alejados de los ciudadanos.

En definitiva, cuando los canales de comunicación entre representantes y representados se perciben obstruidos, la voz que se oye es la de los grupos organizados y la de los nuevos partidos que si han cuidado su imagen en mayor consonancia con sus objetivos.

El tercer gran elemento del cambio electoral lo constituye el colapso de las redes clientelares a través de las cuales se había venido articulando gran parte de la acción política, como consecuencia de la disminución de las rentas a repartir.

Muchas de las reformas emprendidas, encaminadas a la racionalización de los costes empresariales o administrativos, han disminuido la capacidad de influencia de los grupos de presión organizados, por lo que estos han dejado de apoyar a los partidos que de gobierno en busca de otros nuevos que puedan mantener sus demandas en los discursos políticos.

Debemos recordar que el clientelismo es el más débil de los vínculos entre el votante y el político o partido, al ser el que está más ligado a los beneficios inmediatos.

Ni el PP, ni tampoco el PSOE en su momento, se han percatado que esa forma de hacer política no puede tener la relevancia del pasado, en parte por la disminución de las rentas a repartir, tal como se ha dicho, pero también por las exigencias de mayor transparencia e información que conllevan las redes sociales y las nuevas formas de periodismo.

Estos tres elementos o hipótesis explicativas del resultado electoral del 24 pasado, también señalan las líneas que se deberían asumir como partido de cara a los siguientes comicios electorales, que no son otras que la mayor concreción de nuestro público objetivo que nos permita una mayor definición de nuestras líneas ideológicas diferenciadas de nuestros rivales. Una mayor apertura del Partido a la participación, lo que, quizás, ha llegado el momento de concretar en forma de propuesta de reforma electoral a plantear en el momento oportuno. Y por último, en un cambio en el diseño del acercamiento del partido a la sociedad reduciendo o suprimiendo las prácticas clientelares para dirigirse a sectores más amplios de la sociedad a pesar de que estén menos organizados.


En cualquier caso, la reflexión de lo que se debe hacer continua pendiente.

martes, 9 de junio de 2015

ANÁLISIS DEL ASCENSO DE PODEMOS

ANALISIS DEL ASCENSO DE PODEMOS

1.- Los discursos anti-establishment pueden ser aprovechados por los partidos tradicionales para realizar correcciones sobre el funcionamiento de la democracia.

2.- La amenaza que los nuevos partidos representan para los tradicionales también debe ser aprovecha para realizar cambios en su propio funcionamiento y estructuras. El mayor voto joven captado por estos nuevos actores, por ejemplo, obliga a una seria reflexión que no se puede obviar de ninguna manera.

3.- El populismo es más una forma de la política que un contenido ideológico de la propia política. Esto hace que haya un Podemos para protestar, otro Podemos para ganar elecciones y, previsiblemente, haya un tercer Podemos para gobernar.

De hecho, han mantenido dos caras, con una predicaban la creación de una "renta básica universal" y con la otra se trasformaba en una "ayuda urgente". Lo mismo que han abogado por el impago de la deuda y al poco por la negociación de una reestructuración de la misma. También han pasado del control de los medios de información al olvido de esta propuesta; lo que también ha ocurrido con la expropiación de viviendas, etc.

4.- El único discurso permanente de Podemos es el anti-elitista (aunque ellos puedan ser considerados élite por sus títulos académicos y posición social) que sólo cristaliza en un discurso de oposición primigenia entre el "pueblo" y las "instituciones" ocupadas por políticos tradicionales. No predican una reforma concreta del sistema, sino que expresan un rechazo frontal a la idea de la existencia de una élite que ellos denominan casta.

Conclusión, con Podemos, cuando llegue la hora de la concreción el resultado más plausible es la decepción generalizada. Pues hasta ahora se han presentado como una caja vacía en la que cada uno puede depositar sus propias esperanzas.


En cualquier caso las instituciones han jugado un papel fundamental en el ascenso de los nuevos partidos. Y de entre todas esas instituciones la más relevante es el sistema electoral. Por eso es posible su reforma deba incorporarse a la agenda de la acción política de los próximos años.