Otra vez el déficit público

Excelente artículo de Manuel Lagares en elmundo.es

El déficit total ha quedado en 54.155 m.e. el 5% del PIB; superando en 0,8 puntos el objetivo marcado por la UE (4,2%).

A finales de finales de 2011 el déficit fue de 94.542 m.e. (8,8% del PIB), por tanto, se ha reducido en 40.387 m.e., es decir, el 42,7% de su valor inicial.

En 2012 disminuyó en 23.928 m.e.

En 2013 disminuyó en     874 m.e.

En 2014 disminuyó en   9.418 m.e. (con un PIB que creció al 1%)

En 2015 disminuyó en 6.167 m.e. (con un PIB creciendo al 3,8%)

Entre 2011 y 2015 los gastos públicos han disminuido en 15.892 m.e. Mientras que los ingresos aumentaron en 24.495 m.e.

El mayor esfuerzo a venido de la mano de los ingresos. Es decir, el gran esfuerzo lo han realizado los contribuyentes, y apreciablemente menos, los beneficiarios del gasto público.

El déficit se ha reducido en 6.167 m.e. en 2015 cuando los ingresos aumentaron en 13.334 m.e., lo que significa que se ha producido un incremento de los gastos públicos de 7.167m.e.

El Estado ha reducido sus gastos netos en 2015 (excluidas las transferencias a otras AAPP) en 487m.e.

Los Organismos de la Administración Central han aumentado sus gastos en 169 m.e.

Las CCAA han aumentado sus gastos en 3.802 m.e.

Las CCLL también han aumentado sus gasto, aunque sólo en 302 m.e.

La SS ha disminuido sus gastos en 765 m.e.

Han sido, por tanto, las CCAA las principales responsables del déficit de 2015 (ó del incremento de gastos).

Al no haberse cumplidos los objetivos del 2015 será forzoso hacer un esfuerzo mayor en 2016, ya que el déficit constituye una bomba de relojería para países tan endeudados exteriormente como España.

Ninguna CCAA ha cambiado sus enfervorecidos programas de mayores gastos públicos, y de mayores aumentos de impuestos que nadie sabe como se terminarán pagando, aunque mucho nos tememos que serán las clases medias.

Es la actual organización territorial y la financiación de las comunidades la que genera el problema. Una organización que financiera y políticamente hay que reformar.